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viernes, 31 de julio de 2015

CRESTA SALENQUES, TEMPESTADES Y ANETO. DIENTE DE LA LLARDANA

No hay mejor forma para desconectar de las rutinas diarias que pasar un fin de semana en el Pirineo haciendo una actividad potente a nivel físico y en compañía de un amigo, como la que voy a narrar en la siguientes líneas.

Sábado 25 de Julio

Tras pasar la noche durmiendo al raso junto a la Besurta, a las 6:00 de la mañana iniciamos la ruta con una mochila ligera rumbo al collado de Salenques (2797m), donde comenzaría nuestra deseada cresta. Este camino se hace largo y no conviene gastar demasiadas energías en él, puesto que a lo largo del día las vamos a necesitar.

Subiendo al Collado de Salenques con vistas a la cresta.
Con la fresca y las ganas de montaña que teníamos, en 3 horas nos presentamos en el Collado de Salenques (2797 m) dispuestos a ponernos manos a la obra con la impresionante cresta; eso sí, primero una paradita para equiparnos y reponer fuerzas con un sandwich, justo en el lugar en el que el pasado Diciembre estuvimos durmiendo para intentar el cresterío. En aquella ocasión nos tuvimos que dar la vuelta por las pocas horas de luz que había y por el nefasto estado de la nieve, pero hoy (pleno verano) las condiciones no pueden ser mejores.

Collado de Salenques 2797 m
A partir de este punto, continuamos por la arista pero sin subirnos demasiado alto y trepando por el lado de lo que queda del glaciar de Barrancs.

Primeros pasos de la cresta antes de llegar a los gendarmes.
 Acto seguido llegamos a un primer gendarme característico de esta cresta que pasamos por la derecha, después vendría otro gendarme que también pasaríamos por la derecha, hasta llegar a una placa vertical de unos 30 metros que tuvimos que escalar.

Carlos en uno de los primeros gendarmes.
Placa vertical de unos 30 m (la fecha de la foto esta mal)
Llegando a lo alto de la placa vertical.
Poco a poco nos acercamos a las proximidades del Margalida (3241m) donde atravesamos uno de los pasos más comprometidos de la cresta ya que había roca rota y suelta y el grupo que iba delante de nosotros, nos dijo que había caído alguna piedra y que llevásemos cuidado. Estas palabras eran de fiar puesto que dicho grupo, iba liderado por un chico del GREIM. De este modo, extremamos las precauciones y durante la ascensión al Margalida adelantamos a ese grupo de 4 personas, ya que iban muy despacio y al ir detrás corríamos el riesgo de que nos tirasen involuntariamente alguna piedra.

Desde el Margalida (3241m) señalando nuestro objetivo y con el Tempestades a la espalda.
Nada más de coronar el Margalida, la cresta parece bastante complicada pero la verdad es que las apariencias engañan, resultando uno de los tramos más asequibles de la ruta.

Tramo después del Margalida hasta el Tempestades
Carlos estudiando la ruta para llegar al Tempestades (3289 m)
Sin prisa, pero sin pausa y aprovechando el terreno un poco más favorable, llegamos a la cima del Pico Tempestades (3289 m).

Pico Tempestades (3289 m) y detrás el Margalida y el camino recorrido.
Desde el Tempestades, parecía que no nos quedaba ya nada para llegar a la espalda del Aneto y a su cima, pero lo cierto, es que nos quedaban algunos pasitos "curiosos" que superar. El primero de ellos un rápel y un destrepe en la brecha del Tempestades.


Rápel para llegar a la brecha del Tempestades.
El segundo paso era subir la brecha para situarnos en la arista que nos llevaría directamente a la espalda del Aneto. En este paso atacamos una placa que parecía difícil desde lejos situada a la izquierda del collado; luego continuamos recto con una ligera tendencia a la izquierda, siguiendo el camino más evidente entre los bloques, hasta llegar a una placa que nosotros superamos por su izquierda en lugar de hacerlo directamente.


Inicio de la placa por su lado izquierdo.
Última arista hasta llegar a la espalda del Aneto con vistas al impresionante camino recorrido.
A pesar de que ya habíamos pasado lo más complicado, no bajamos la guardia en ningún momento y en unos metros de arista nos plantamos en la espalda del Aneto.

Vistas desde la espalda del Aneto de los últimos metros que nos separaban de la cima.
Finalmente, después de 10 horas de un "homenaje en toda regla" llegamos a la cima del Aneto completando la cresta en 7 horas y la aproximación a la misma en 3 horas.

Cima del Aneto (3404 m)
Una vez hechas las fotos de rigor, nos dirigimos de vuelta a la Besurta por lo que queda del glaciar del Aneto, para ponernos rumbo a los aparcamientos de Espigantosa (1550 m), ya que al día siguiente queríamos subir al diente de la Llardana (3085 m).

Domingo 26 de Julio

Habiendo pasado una noche durmiendo como troncos ("en el camping la cuneta") y después de la sesión del día anterior, nos levantamos a las 7:30 de la mañana para ponernos en marcha hacia el diente de la Llardana (3085 m). De este modo a eso de las 8:00, ya estábamos caminando desde los aparcamientos de Espigantosa hacia el refugio de Ángel Orus (2150 m)

Llegando al refugio del Ángel Orus (2150 m)
Las piernas estaban cargadas pero como somos unos motivados, en 1:15 minutos ya estábamos en el refugio del Ángel Orus para seguir con nuestra ruta hacia el diente. El camino ya era conocido, porque en anteriores ocasiones habíamos subido al Posets y la ruta era común hasta la pala de nieve que hay junto al diente de la Llardana.

Vistas atrás desde la base del diente de la Llardana.
Este día en lugar de subir la pala de nieve común al Posets, decidimos desviarnos a la izquierda al inicio de la misma, para recorrer toda la cresta del diente de la Llardana por un camino distinto al que todo el mundo suele subir. La verdad es que no tuvo desperdicio y tras superar varias trepadas a lo largo de una canal, nos plantamos en la arista cimera bastante más ancha que la que hicimos el día anterior.

Inicio de la cresta hacia el diente de la Llardana.

Vista atrás de la cresta que nos conduciría a la cima.
Sin ningún tipo de dificultad, siguiendo la cómoda cresta llegamos al Bonito diente de la Llardana, que hacía unos años veíamos desde el Posets y que nos quedamos con ganas de subir.

Diente de la Llardana (3085 m)

Diente de la Llardana desde abajo.
La vuelta la hicimos por la ruta normal y bajando por el lateral del nevero, ya que conocíamos la zona y sabíamos que con este tiempo no eran necesarios los crampones.
Así acaba un fin de semana completito y sin desperdicio, que espero que pronto repitamos en diferente escenario.

lunes, 25 de agosto de 2014

ALPES 2014: CASTOR, LYSKAMM OCCIDENTAL Y MONT BLANC

En las siguientes líneas voy a intentar acercar a todo el mundo al que le apetezca leer esta entrada, nuestra experiencia en Alpes de este año:

PREPARACIÓN

Desde el año pasado que conquistamos la cima del Cervino (4478m) nos pusimos manos a la obra para nuestro siguiente proyecto en los Alpes: Monte Rosa y Mont Blanc. Para realizar esta experiencia con garantías, durante el año todos nosotros hemos estado muy ligados al deporte de una forma u otra: corriendo, escalando y haciendo bicicleta puesto que la forma física es un aspecto importante en este tipo de actividades. Además, de forma específica hemos hecho, entre otros, los siguientes picos: Midi d'Ossau (2884m), Aneto (3404m), Balaitus (3144m), Almanzor (2592m), Llambrión (2646m), Torrecerredo (2560m) y por supuesto, repetidas veces Moncayo (2314m) y Urbión ( 2229m).
En esta ocasión la familia aumenta y nos desplazamos a Alpes: Carlos, Daniel, Sergio, Alfonso, Jose Luis, Daniel M. y Ángel. Este número de personas iba a ser mayor, pero desafortunadamente a última hora Diego no pudo acompañarnos por motivos de trabajo (lo primero, es lo primero), pero a pesar de ello, durante el año nos ha acompañado en todas las salidas y en la distancia, ha estado con nosotros también en todo momento.

DÍA 1: Almazán - Bettaforca (2727m)

Tras un largo viaje de unas 14 horas y media llegamos a la Italiana estación de esquí de Stafal (1823m), donde preparamos las mochilas y cogimos el teleférico que nos subiría a Bettaforca (2727m) para descansar del viaje y dormir ya en altura con la intención de ir aclimatando.

Equipo al completo en Stafal (1823)
DÍA 2: Bettaforca (2727m) - Refugio Quintino Sella (3585m) - Castor (4228m)

Habiendo descansado estupendamente durante una fresquita noche, nos levantamos con las primeras luces del día para afrontar una intensa jornada de 1501m de desnivel positivo acumulado.

(Sergio y Dani M. desperezándose en la tienda)
Empezamos la marcha a lo largo de un claro sendero muy bien marcado, que a medida que íbamos subiendo, iba siendo más estrecho y expuesto hasta llegar al Refugio de Quintino Sella (3585m) donde la nieve ya iba a estar presente de forma permanente.

(Subida al Refugio Quintino Sella)
(Refugio Quintino Sella 3585m)

Afortunadamente, en el Refugio Quintino Sella existía una cocina libre con mesas donde pudimos dejar todas nuestras cosas (comida, sacos de dormir, tiendas de campaña...) y preparar una mochila de ataque ligera y con el material imprescindible para afrontar el que iba a ser nuestro primer pico de más de 4000 metros del viaje (Castor, 4228m).
De este modo, con una mochila menos pesada y con tiempo suficiente, nos dirigimos al Castor con el fin de intentar conquistar su cima haciendo dos cordadas equilibradas.

(Ascendiendo al Castor)
Poco a poco, las nubes quedaban por debajo de nosotros y podíamos disfrutar de las espectaculares vistas de Alpes y del camino que nos separaba del Castor.

(Parada obligada para descansar y tomar fotos)
Como suele ser habitual en montaña, la cima del Castor no llegaba nunca, ya que tras una cresta y una pequeña loma, venía otra y otra... pero nuestras fuerzas estaban intactas e íbamos muy bien de tiempo para por fin, llegar a lo alto de esos 4228m de altura del Castor.

(Cima del Castor 4228m)

Acto seguido bajamos al refugio del Quintino Sella donde parte del equipo decidió dormir en cama y el resto en la tienda de campaña que nos ofrecieron los del refugio, puesto que estaban haciendo propaganda de unas tiendas de campaña para grandes expediciones y les interesaba que la gente las probase y diese su opinión. A pesar de llevar nuestras tiendas "nos faltó tiempo" para aceptar y dormir en ese estupendo hotelito de tela amarilla sobre la nieve.

(Bajada del Castor)
(Tienda en la que dormimos en el Quintino Sella)

DÍA 3: Quintino Sella (3585m) - Lyskamm Occidental (4481m) - Chamonix

La jornada de este día iba a ser muy larga ya que íbamos a superar 896m de desnivel positivo para subir al Lyskamm occidental (4481m) y desde allí bajar a Bettaforca (2727m) para coger el teleférico y bajar al coche y ponernos rumbo a Chamonix.
Dicho y hecho, aprovechando el espectacular día que hacía nos pusimos manos a la obra e iniciamos la ascensión al segundo pico de más de 4000m del viaje.

(Carlos y Alfonso señalando el objetivo del día: Lyskamm Occidental 4481m)
La ascensión era bastante más dura y expuesta que el día anterior debido a que había bastantes aristas, pero gracias a las buenas condiciones climatológicas, las íbamos superando sin mayor problema.

(Ascendiendo al Lyskamm Occidental)

(Ascendiendo al Lyskamm occidental con el Cervino a la izquierda)
Durante la ascensión iba pensando en aquellas personas que normalmente te preguntan que por qué subimos montañas, que si es muy peligroso, son todas iguales...y simplemente levantaba la cabeza y veía todo lo que nos rodeaba y era IMPRESIONANTE Y PRECIOSO y de esa forma daba respuesta a todas esas preguntas (¡no saben lo que se pierden!).
Finalmente alcanzamos nuestra segunda cima de más de 4000m, el Lyskamm occidental (4478m) un montañón en toda regla desde el que se veían todos los Alpes: Punta Dufour, Piramide Vincent, Punta Gnifetti, Zumsteinspitze, Cervino, Mont Blanc...un auténtico ESPECTÁCULO.

(Cima del Lyskamm 4481m)

Tras deleitarnos con las vistas, iniciamos el descenso hasta Bettaforca 2727m, donde cogimos el teleférico que nos conduciría hasta la estación de esquí de Stafal donde sin perder ni un minuto nos pusimos rumbo a Chamonix atravesando en coche, uno de los más largos y famosos Túneles de Europa  "El Túnel del Mont Blanc" que sinceramente no se donde se saca la fama, porque tuvimos que esperar una par de horas en una larga cola para atravesarlo. Eso si, tras la cola, en un momento nos plantamos en la ciudad que es considerada como la cuna del alpinismo, Chamonix, donde descansamos en la Mansión de la Montaña de la intensa jornada.

DÍA 4: Chamonix - Refugio Tette Rousse 3167m

Con las primeras luces de la mañana nos levantamos en Chamonix y sin perder ni un momento consultamos la previsión meteorológica para planificar nuestro tercer pico de más de 4000m del viaje. 
Esta vez se trataba de un gran mazacote de casi 5000m que sobresale por encima de las demás montañas: el Mont Blanc 4810m. Las previsiones para el día siguiente no eran muy buenas, pero en los posteriores días las previsiones mejoraban y los claros iban a predominar, eso si con rachas de viento moderadas y a veces muy fuertes.

(Equipo al completo en Chamonix)

Conocida esta información, nos posicionarnos en la montaña lo antes posible para que cuando una ventana de buen tiempo nos permitiese atacar la cima, intentarlo. El punto escogido era el Refugio de Tette Rousse 3167m al que accedimos en primera instancia hasta el Nido del Águila (2412) usando un tren de cremallera y posteriormente andando superando un desnivel de 755m positivos.

(Subiendo en el tren de cremallera hasta El Nido de Águila 2412m)
(Imagen del refugio de Tette rousse 3167m mientras subíamos)
En Tette Rousse montamos nuestras tiendas cerca del refugio, cenamos bien y descansamos hasta conocer al día siguiente el parte del tiempo desde un lugar que nos permitiría atacar cumbre sin problema.

DÍA 5: Jornada de espera al buen tiempo en Tette Rousse 3167m

Nos despertamos deseosos de conocer un buen parte meteorológico, pero para nuestra sorpresa, nos levantamos de nuestras tiendas con un gran manto de nieve y bastante aire (daba pereza hasta salir a mear, y sino preguntadle a Carlos).



La previsión del tiempo indicaba que durante el transcurso del día las previsiones del tiempo mejorarían un poco y que para el día siguiente teníamos una ventana de buen tiempo hasta las 12:00 del medio día; luego empeoraría para posiblemente en los próximos días mejorar, pero en esta montaña pensar en más de un día en adelante es una lotería porque la previsión cambia de la noche a la mañana.



Con este panorama, decidimos pasar todo el día en el refugio diseñando un plan de ataque a nuestra preciada cima ya conquistada en años anteriores por Carlos, Sergio y Jose Luis. Las posibilidades que barajábamos eran varias, pero finalmente decidimos que íbamos a salir a las 3:00 de la mañana desde Tette Rousse 3167m para intentar hacer cima antes de que se metiese el mal tiempo de nuevo.

DÍA 6: Tette Rousse 3167m - Mont Blanc 4810m - Refugio de Gouter 3835m 

Este día iba a ser uno de los más exigentes de nuestro viaje, ya que deberíamos de superar los 1643m positivos que nos separaban de la cima del Mont Blanc. A pesar de ello, eso no era lo que más nos preocupaba puesto que la aclimatación en los días anteriores había sido perfecta y a nivel físico aún teníamos pilas para rato. Ahora, la última palabra la tenía la montaña y el tiempo para dejarnos pasar.
Siguiendo el plan acordado nos pusimos a las 3:00 de la mañana rumbo a la cima bajo u manto de estrellas y sin apenas viento. Desafortunadamente a los 300m de haber salido del refugio y poco antes del conocído paso de "La Bolera" una maldita piedra cayó de arriba y golpeó una de las piernas de nuestro compañero Alfonso (fue una lotería, nos podía haber pasado a cualquiera). En esos momentos, nos asustamos bastante pero vimos que Alfonso se podía poner de pie a pesar del intenso dolor (¡hay que ver que duros son los de Asturias!). Como estabamos muy cerquita del refugio, y tras valorar volvernos y ver que no había indicios de rotura alguna, Alfonso volvió por su propio pie andando al refugio, donde Dani M. le estaba esperando para que le curasen la herida en el Refugio.
Después del desafortunado incidente, continuamos la marcha con un nerviosismo extra en el cuerpo y pensando en nuestro compañero Alfonso en todo momento, sabiendo que estaba bien y que nos iba a estar apoyando desde Tette Rousse; ya que aún no siendo grave el golpe, hubiese sido una locura intentar hacer cima. 
Así quedando el grupo reducido a 5 personas, alcanzamos en 1 hora y 50 minutos el refugio de Gouter a 3835m de altura.

(Nuevo refugio de Gouter 3835m)
- Foto tomada al día siguiente, porque cuando subimos era de noche -
En Gouter paramos un rato a reponer fuerzas y acto seguido continuamos la marcha viendo que por delante, había varias cordadas que subían y otras que bajaban como consecuencia de las rachas de fuerte viento. Con una de esas cordadas estuve hablando y el guía que iba con ellos, me comentó que el día era perfecto para subir a cima aunque había que tener cuidado en las aristas. Él, se había dado la vuelta puesto que sus clientes no estaban bien físicamente y tenían miedo a las aristas (el Mont Blanc no es subir al Urbión o Moncayo). Con esta información continuamos la marcha abriendo en muchas ocasiones la huella que era borrada por la ventisca.

(Abrigo Vallot 4367m y Mont Blanc 4810m al fondo)
El manto de estrellas fue dejando poco a poco paso a un magnífico día soleado, eso si con muchísimo frío y rachas de aire moderadas y en ocasiones fuertes acompañadas de ventisca que hacían nuestra marcha más y más dura. A pesar de ello las vistas eran espectaculares y ya estábamos cerquita del Abrigo Vallot 4367m y podíamos ver nuestro objetivo. En el Abrigo Vallot, paramos a calentarnos un poquito y recuperar fuerzas para afrontar el último tramo de la ascensión, que iba a ser muy exigente como consecuencia del viento.

(Una de las últimas aristas antes de la cima)
(Progresando por la arista cercana a la cima)
El cansancio empezaba a aparecer a causa del esfuerzo realizado, la ventisca y la altitud, pero el ritmo era constante y con decisión puesto que la cima estaba muy cerquita.
Finalmente, tras 7 horas y después de superar varias aristas ¡ALCANZAMOS LA CIMA DEL MONT BLANC!,  momento en el que nuestros ojos se llenaron de lágrimas por el esfuerzo realizado, la emoción y alegría por alcanzar la cima y sobre todo por el sentimiento y respeto que nos proporcionan montañas como esta.
En la cima nos acordamos de nuestros familiares, amigos y gente que nos quiere y sobre todo de Alfonso, que lamentablemente no pudo acompañarnos hasta lo alto de este gran coloso. Pero puede estar tranquilo porque el Mont Blanc no tiene piernas y siempre va a estar ahí para volver y disfrutar de él.

(Cima del Mont Blanc 4810m)
Una vez conquistada la cima, la idea era bajar hasta Tette Rousse 3167m y juntarnos  con Alfonso y Dani; pero las previsiones del tiempo no fallaron  y tuvimos que pasar la noche en Gouter a esperar el buen tiempo del día siguiente para bajar a Tette Rousse.

(Bajando a Gouter donde pasamos la noche)
DÍA 7: Refugio de Gouter 3835m-Tette Rousse 3167m- Chamonix

Nos levantamos en Gouter descansados y satisfechos por la hazaña conseguida, dispuestos a bajar a Tette Rousse para juntarnos con nuestros dos compañeros que estaban abajo.

(Bajada desde Gouter a Tette Rousse con el paso de la bolera abajo a la derecha)
La bajada fue muy tranquila y las condiciones eran inmejorables para ello, ya que había estado nevando toda la noche y las piedras estaban bien sujetas, además el cielo estaba despejado y no hacía viento.

(Bajando desde Gouter)
Finalmente llegamos a Tette Rousse y nos juntamos con Dani M. y con Alfonso. Este último tenía la pierna un poco hinchada del golpe, pero podía andar en llano. A pesar de poder andar, consideramos oportuno llamar al helicóptero de rescate para que lo bajasen de Tette Rousse porque la bajada está llena de piedras y el terreno es inestable, además de tener que cargar con el peso de las mochilas y tiendas de campaña. Los responsables del refugio nos dijeron también que era lo más sensato y adecuado y nos gestionaron la llamada. De este modo en cosa de 10 minutos el helicóptero vino y bajó a nuestro compañero al hospital para hacerle una adecuada revisión y descartar cualquier tipo de fisura.

(Momento en el que el helicóptero vino a recoger a nuestro compañero Alfonso)
Sabiendo que nuestro compañero estaba en buenas manos iniciamos el descenso desde Tette Rousse. Una vez en el coche fuimos al hospital a recoger Alfonso donde le habían hecho una radiografía descartando cualquier tipo de fractura. Simplemente se trataba de un fuerte golpe con una leve herida acompañado de un hinchazón que con reposo, hielo, trombocid y paracetamol si tenía dolor, en unos días estaría como nuevo.
Y así acaba nuestra aventura de este año en Alpes, llena de experiencias y sobre todo disfrutando del deporte, la montaña y la amistad que nos une. Sin dudarlo VOLVEREMOS AL PRÓXIMO AÑO.










lunes, 19 de agosto de 2013

ASCENSIÓN AL CERVINO O MATTERHORN (4478 m)

En las siguientes lineas voy a narrar la ascensión a la cumbre del Monte Cervino tal y como lo conocen los italianos y del Matterhorn según los alemanes. Una preciosa montaña de 4478 metros de altitud que hace frontera entre Suiza e Italia; una actividad completamente distinta a todo lo que habíamos hecho hasta entonces Carlos, Dani, Sergio y Angel; puesto que es muy técnica y expuesta en todo momento. No se puede tener el más mínimo fallo y nunca estás más de un minuto sin ir usando manos y pies. Como dato, el 90% de las personas que intentan subir esta montaña lo hacen en compañía de guías experimentados, aunque en nuestro caso decidimos apostar por nuestros propios recursos, nuestra ilusión, motivación y trabajo en equipo; sin obsesionarnos con hacer cima a cualquier precio.
El itinerario que escogimos para acceder a esta impresionante cima fue por la parte Suiza, en concreto siguiendo la Arista Hörnli.


(Monte Cervino 4478m)

LUNES 12 DE AGOSTO (Täsch - Refugio Hönrli)

Tras pasar la noche en un Camping de Täsch, nos dirigimos en taxi a Zermatt ya que junto con el tren, es la única forma de llegar a la localidad donde se iniciaría nuestra ascensión al Matterhorn por la Arista Hörnli.
Normalmente, los montañeros que intenta acceder a esta cima suben en teleférico desde Zermatt (1608m) hasta Schwarzsee (2583m), pero en nuestro caso decidimos subir andando con nuestros mochilones para ir concienciando a nuestros cuerpos de lo que les esperaba en los días posteriores y sobre todo para ir aclimatando.



(Punto de patida: Zermatt (1608m). Dani, Angel, Segio y Carlos)

Pese al peso que llevábamos en nuetras mochilas la ascensión no se hizo dura puesto que con el paisaje que nos rodeaba y el buen tiempo que hacía, íbamos disfrutando de la aproximación a la montaña haciéndonos fotos cada dos por tres.



(Sergio y Angel de camino a  Schwarzsee)



(Dani, de camino a Schwarzsee)

Tras pasar la zona arbolada, el verdor de la montaña se iba haciendo paso hasta llegar a Schwarzsee (2583m), lugar donde hay un precioso lago y un hotel donde numerosos turistas disfrutan del entorno que les redoea desde la terraza.
En este punto hay una especie de mirador,donde paramos un rato a descansar y a comer, ya que todavía nos quedaba subir al Refugio Hönrli.


(Carlos, desde el mirador de Schwarzsee con vistas al Monte Rosa)


(Lago de Schwarzsee 2583 m)

Una vez repuestas nuestras fuerzas, continuamos nuestra ascensión  hasta el Refugio Hönrli a 3260 metros. Según ascendíamos el verdor de la montaña iba siendo cada vez más escaso, dando lugar a grandes pedregales donde nuestro coloso nos esperaba.


(Camino desde Schwarzsee al Refugio del Hönrli)

Finalmente alcanzamos lo que iba a ser nuestra casa los próximos días a 3260m  de altitud. Obviamente, nosotros no dormimos en el refugio, sino que instalamos nuestra tienda en las proximidades del mismo, curtiendo nuestras espaldas en el pedregal.


(Refugio Hönrli 3260m)


(Carlos delante de nuestra tienda con vistas a la Arista por la que debíamos subir al día siguiente)

El día nos dió mucho de si y mientras Dani y Sergio montaban las tiendas Carlos y yo fuimos a investigar un poco el inicio del camino del día siguiente, ya que es muy fácil despistarse por la noche.

MARTES 13 DE AGOSTO (Intento a cima)

A pesar de tener bastantes días para alcanzar la cima, no quisimos perder ni un momento y el martes 13 de agosto a las 5 de la mañana, tras dormir como auténticas sardinas en lata, partimos a lo que iba a ser nuestro primer contacto serio con el Cervino.
Decidimos subir con una pareja de españoles que ya habían estado allí y que supuestamente conocían el camino. Además salimos un poco tarde para evitar subir con las aglomeraciones de los guías que a las 4.30 ya habían puesto rumbo con sus clientes hacia la cima.
Desde el primer momento la montaña no te da tregua, es escalar, escalar y escalar con todos los sentidos a tope, sobre todo durante la noche.


(Ascendiendo camino a la Cabaña Solvay)

Poco a poco nos fuimos dando cuenta que nuestra decisión de subir con la pareja de Zaragoza no fue la decisión más acertada puesto que no conocían bien el camino y estábamos tardando muchísimo en subir.Definitivamente no íbamos siguiendo la mejor ruta e íbamos muy lentos.



(Carlos y Sergio de Camino a Sovay)

Al ser nuestra primera vez en esta montaña, desde muy abajo empezamos a asegurar cada uno de los pasos en parejas. Carlos y Dani, empezarón a subir más rápido y Sergio y yo nos quedamos más retrasados puesto que se nos metieron varias cordadas en medio e íbamos asegurándonos absolutamente en todos los sitios ya que de esta forma nos veíamos más seguros al no conocer la montaña. Lo cierto es que estaba siendo un error porque el tiempo corría en nuestra contra.
Después de 7 horas de camino, Sergio y yo llegamos a la Cabaña de Solvay (4003 m),extremadamente lentos y Carlos y Dani iban una hora por delante de nosotros.


(Cabaña de Solvay 4003 m)

Cuando llegábamos Sergio y yo a la Cabaña de Solvay, nos dimos cuenta de que era muy tarde para ir a la cima, pero como sabíamos que Carlos y Dani iban por delante, decidimos continuar hasta juntarnos con ellos.


(Dani, tras superar Solvay Camino de la cima)


(Uno de los muchos pasos que hay que superar desde Solvay a la cima)

A las 12:30, habiendo superado Sergio y yo la Cabaña de Solvay, observamos que la niebla se metía en cima, a esto se unía que apenas llevábamos agua y que al ritmo que íbamos, se nos iba a hacer muy tarde para volver a bajar. Por lo tanto decidimos a 4100m de altura, darnos la vuelta y bajar a la tienda para intentarlo al día siguiente; pero antes de descender, dejamos una nota a Dani y Carlos en la Cabaña de Solvay diciéndoles que nos íbamos para abajo; también les dejamos unas barritas energéticas y una vuelta de espetec, debido a que si finalmente habían decidido hacer cumbre, casi seguro que tendrían que pasar noche en Solvay.

Mientras tanto Carlos y Dani continuaban su camino hacia la cima ¡Solo eran 475 m de desnivel lo que separaba la Cabaña de Solvay con la cumbre del Cervino! Pero a esa altitud los esfuerzos se multiplican y sobre todo es la parte más técnica y difícil de la ascensión.

(Carlos y Dani continuando con decisión hacia la cima)

Lamentablemente para ellos también era muy tarde, sin agua, niebla... lo mejor era volver y así fue. A 4250 metros se dieron la vuelta y nos cogieron por el camino, bajando de nuevo todos juntos hasta la tienda de campaña a 3260 metros.
Había sido un día muy largo y duro y el Cervino nos dió su bienvenida poniéndonos en nuestro sitio. Pero lo cierto es que sacamos muchas cosas positivas de este día, aclimatación, aprendimos perfectamente la ruta de ascenso y descenso y nos dimos cuenta que no se pueden asegurar todos los pasos en esa montaña puesto que implicaría dedicarle muchísimas horas al ascenso y descenso de la misma. Además habría que llevar mucho más líquido y comida así como estar preparados para vivaquear o dormir en Solvay.

MIÉRCOLES 14 DE AGOSTO (Subimos a Solvay de nuevo)

Lo cierto es que las expectativas de alcanzar la cima de la montaña se habían reducido debido a  que había que estar como un auténtico toro y conocer perfectamente los pasos parar alcanzar la cima.
Sergio y yo nos levantamos el miércoles a las 6:30 de la mañana y fuimos al Refugio a preguntar por la meteo; ¿cuál fue nuestra sorpresa?, para el jueves 15 daban un día de bandera sin apenas viento. De este modo se lo comentamos a Carlos y Dani y lo teníamos claro: íbamos a comer hasta que no pudiésemos más esa misma mañana y nos ibamos a subir otra vez a Solvay (4003 m), para pasar noche allí y atacar desde ese punto el jueves día 15 la cima.
Lamentablemente Dani nos dijo que se volvía para España, puesto que estaba cansado y no se encontraba bien de la garganta y no quería que le diese ninguna pájara en la montaña con todo lo que conllevaría en un sitio como ese. Fue una pena puesto que en cordadas de dos se progresaba mucho más rápido, pero Dani lo tenía claro y respetamos su decisión. Sabíamos que en la distancia iba a estar poniendo su granito de arena para ayudarnos a subir a la cima.
Sin perder ni un instante Carlos, Sergio y yo nos metimos de nuevo en la montaña y esta vez sin dudar en la ruta de ascenso, siguiendo un estupendo ritmo que primero marco Sergio, luego Carlos y finalmente yo. Esto nos llevo a Solvay en tan solo 2:45 puesto que solo aseguramos el paso que verdaderamente señalan las guías. ¡Tardamos menos de la mitad que el primer día!


(Subiendo a Solvay)


(Último paso antes de llegar a Solvay)

Cuando llegamos a Solvay de nuevo (4003 m ), decidimos pasar noche allí ya que no había nadie. En el caso de que hubiese habido gente nos hubiésemos bajado de nuevo a la tienda, pero la suerte estuvo con nosotros y pudimos pasar la noche allí, manteniendo enteras nuestras esperanzas de alcanzar cumbre al día siguiente.


(Durmiendo en Solvay a 4003 m)

JUEVES 15 DE AGOSTO ( Cima y descenso a Hönrli)

Tras descansar mejor que ningún día sobre un colchón y una cabaña de madera, a las 5 de la mañana comenzamos a ponernos nuestros arneses para hacer lo que iba a ser nuestro definitivo ataque a cima.


(Ascenso por las primeras maromas hacia la cima)


(Últimos tramos de maromas)

Cada vez veíamos más cerca nuestro sueño, aunque los riesgos que había en esa última parte eran varios. El desnivel, las zonas mixtas y sobre todo muchos guías que te pisotean literalmente sin importarles la integridad física de las demás personas, ansiosos por conseguir que sus clientes alcancen la cima a cualquier precio. Así que armándonos de paciencia y extremando las precauciones, continuamos nuestro ascenso con piolet y crampones hasta la cima, sin importarnos en absoluto el tiempo que nos durase, puesto que ese día íbamos sobrados en ese sentido y estábamos allí para disfrutar de la montaña.
Después de 5 horas debidas a la cantidad de gente que subía y bajaba por las maromas y a la dificultad de la montaña en esa parte, ¡¡¡¡¡¡ALCANZAMOS LA CIMA DEL CERVINO!!!!!


(Cima del Cervino 4478 m)

Nada más llegar a la estrecha cima, la emoción inundó nuestro cuerpos y las lagrimas se caían de alegría por el esfuerzo realizado y la emoción de estar en lo alto de esa impresionante montaña con la que llevabamos soñando tanto tiempo. Inmediatamente después nos fundimos en un abrazo los tres y empezamos a hacernos fotos disfrutando de las vistas que desde allí hay: el Mont Blanc, El Monte Rosa.....parecía que estábamos flotando (eso si, atados al suelo con el piolet, porque no es una cima que te permita moverte mucho)


(Sergio)


(Carlos)


(Angel)

Pero hasta ese punto solo habíamos hecho la mitad del camino. Ahora quedaba la parte más dura: BAJAR. Nunca había podido imaginar que me iba a costar más bajar de una montaña que subirla.




(Uno de los muchos rápeles que tuvimos que hacer hasta Solvay)

Lo cierto es que los guías bajaban simplemente encordados con sus clientes para bajar más rápido, pero nosotros decidimos extremar todas las precauciones y bajamos hasta Solvay rapelando aunque eso implicase que tardásemos muchísimo tiempo en bajar.
Cuando llegábamos a Solvay yo valoré dormir allí de nuevo, pero al final decidimos seguir bajando; ahora sin usar rápeles, simplemete encordados y asegurandonos con friends en los pasos más complicados y con los clavos que hay allí instalados.


(Descendiendo desde Solvay a Hönrli)

Como ya he mencionado anteriormente, esta es la parte más complicada de la ascensión al Cervino ( LA BAJADA) pero íbamos super tranquilos y sin el agobio de la gente porque para nosotros lo importante era llegar a salvo y de día a nuestra tienda, sin importarnos el tiempo de ascenso y de descenso, ya que la climatología nos acompañaba también.
Por fin, tras una larga jornada de escalada, llegamos a la tienda donde cenamos ligero porque no teníamos ganas de cocinar, para rápidamente meternos a dormir y descansar.


(Llegando a la tienda a 3260 m)

VIERNES 16 DE AGOSTO (Regreso desde Hönrli (3260m) a Zermatt (1608m)

Con los deberes ya hechos, este día disfrutamos de la bajada hasta Zermatt haciendo fotos y disfrutando de ese GRAN PARQUE DE ATRACCIONES que conforman los Alpes con contrastes de piedra, nieve y hierba por todos los lados.


(Bajando a Zermatt disfrutando de la hazaña conseguida)

Ninguno de nosotros era capaz de dar 50 pasos seguidos sin volver la cabeza atrás para mirar al Cervino y pensar ¡¡Vaya tela.... yo he estado allí arriba!!
Tres horas después estábamos en Zermatt orgullosos de lo que habíamos hecho y acordándonos de todo el mundo que nos quiere, pero sobre todo de Dani, que finalmente no pudo acompañarnos hasta la cima.

¡HASTA PRONTO CERVINO!

" Ann and Frank, I told you that we were going to get this summit, a huge hug "